

La calidad es el pilar sobre el cual se construyó la historia de CIFSA y continúa siendo su mayor distintivo. Desde hace más de tres décadas, la compañía se dedica a producir, procesar y distribuir frutas y vegetales de excelencia, garantizando que cada producto conserve su frescura natural desde el campo hasta el consumidor final.
El recorrido comienza en las regiones productivas más destacadas del país, donde se seleccionan cuidadosamente las materias primas. Cada cultivo se desarrolla bajo estrictos controles de calidad, con acompañamiento técnico permanente y prácticas agrícolas que priorizan la trazabilidad y el respeto por los ciclos naturales.
Una vez cosechados, los productos son transportados a las plantas industriales de CIFSA, donde se someten a un proceso de control y clasificación que asegura uniformidad y pureza. Allí entra en juego uno de los diferenciales tecnológicos más importantes: el sistema IQF (Individual Quick Freezing). Esta técnica de congelado rápido permite que cada fruta o vegetal mantenga intactas sus propiedades organolépticas y nutricionales sin la necesidad de conservantes.
El congelado IQF detiene el tiempo sin alterar el producto. Gracias a esta tecnología, los alimentos pueden conservarse durante meses manteniendo su textura, color y sabor originales. Este proceso no solo mejora la calidad final, sino que también contribuye a reducir el desperdicio alimentario, optimizando la cadena de valor y asegurando disponibilidad de alimentos saludables durante todo el año.
CIFSA complementa su tecnología con un riguroso sistema de trazabilidad y control en laboratorio. Cada lote producido cuenta con registros de origen, análisis microbiológicos y auditorías internas que garantizan el cumplimiento de los más altos estándares internacionales.
Así, la empresa consolida su posición como líder en innovación y calidad dentro del sector frutihortícola argentino, ofreciendo alimentos que reflejan el esfuerzo, la tecnología y la dedicación de todo un equipo comprometido con la excelencia.